viernes, 10 de julio de 2015

La Habana en 13 relatos



Aquello estaba deseando ocurrir (TusQuets Editores, Colección Andanzas) es el último libro publicado de Leonardo Padura, un escritor más que cubano “profundamente habanero” (1955), ganador del Premio Princesa de Asturias 1915. 


Son 13 cuentos escritos en diferentes años y que se pueden resumir en pocas palabras: belleza de escritura y de estilo para describir la frustración que ha dejado un sistema donde el ser humano no puede estudiar lo que le da la gana sino lo que el Estado le impone; donde fueron cerrados los locales nocturnos porque “los clubes y cabarets de La Habana habían sido decretados antros de decadencia burguesa y nocturnidad perniciosa, pues podían entorpecer la entrega de los hombres al magno evento económico…” Ese “magno evento” era lograr “una gigantesca zafra azucarera, que en 1970 produciría diez millones de toneladas de azúcar con los cuales, de una sola vez, el país podría hasta salir del subdesarrollo”. (Nueve noches con Violeta del Río). La meta jamás fue alcanzada y el son se fue de Cuba.
Hay erotismo de una noche (Nochebuena con nieve) porque al amanecer uno de los dos dejó la isla. Hay ese debate que hoy en Venezuela nos resulta familiar sobre si me voy o me quedo; está quien fue enviado a Angola como parte de un castigo. (La puerta de Alcalá)
Padura comenzó tarde como escritor y creo que uno de sus grandes méritos ha sido quedarse en Cuba y convertir historia cotidianas de La Habana en  relatos que trascienden por estar bien escritos por alguien que –como él mismo confiesa- comenzó tarde en la escritura.
Aquello estaba deseando ocurrir es un deleite como lectura y una lección de historia socio política. 


jueves, 25 de junio de 2015

Periodismo en momentos de crisis

                                                                                                                                                                        
Sostiene Pereira, de Antonio Tabucci, es una novela escrita en 1993 que parte de un hecho real. Es una muestra de que siempre el periodismo puede vivir momentos peores y que no faltarán periodistas que se salgan por la tangente.
Pereira es un periodista que durante un tiempo cubría informaciones de sucesos y por esas volteretas de la vida lo responsabilizan de la página cultural del Lisboa, un periódico vespertino.
El editor propietario del Lisboa le asegura –y Pereira se lo cree- que tendrá total libertad de acción. 

La historia se desarrolla en agosto de 1938 “en una Europa al borde del desastre de la Segunda Guerra Mundial, en la Guerra Civil española...” y cuando Portugal vivía la dictadura fascista de Antonio de Oliveira Salazar (1932 al 1968) donde los cuerpos policiales tenían licencia para matar a quien gritara consignas contra el régimen. Esas muertes no eran noticia para el Lisboa y Pereira miraba de lado porque su responsabilidad era la página cultural.
El piso se le mueve cuando su jefe lo llama para reclamarle la publicación de un cuento, escrito por un autor francés del XIX que finalizaba con un “Viva Francia” que se le pasó a la censura oficial y que irritó a las autoridades.
 Para ese momento, Pereira mantenía amistad con dos jóvenes que reclutaban voluntarios para luchar contra la dictadura de Salazar. Y fue precisamente ese contacto con sangre joven lo que lo llevó a  cometer un acto de audacia que significó lo que nunca pensó hacer: escapar de Portugal vía Paris. Pereira supo aprovechar la censura para publicar su mejor crónica de sucesos que puso al descubierto los sanguinarios métodos para acallar a la oposición.
El libro no es fácil de conseguir. A mí me lo prestó una querida amiga, que supongo algo me quería decir con su gesto. Fue llevado al cine en 1995  por Roberto Faenza y la portada del libro es Marcelo Mastronianni en el papel de Pereira, con el que obtuvo el premio David de Donatello como Mejor Actor Protagonista.
El mensaje del libro o de la película podría ser: no hay censura que supere el ingenio, sostiene Pereira. 

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           

lunes, 18 de mayo de 2015

El tráfico de mujeres no es cuento de camino



A novela ganadora del Premio Planeta 2014 se refiere al poder que ha alcanzado el comercio internacional de jóvenes. Son 473 páginas que atrapan por su narración cinematográfica.



Milena o el fémur más bello del mundo, (Jorge Zepeda Patterson, Premio Planeta 2014, 473 páginas) es una novela de suspenso que tiene algo de la trilogía Millenium de Stieg Larsson (15-08-54 / 09-11-2004) y de La marca del meridiano  de Lorenzo Silva, Premio Planeta 2012. El reconocimiento, que en metálico representa casi 770 mil dólares, fue entregado el 15 de octubre de 2014.



Sobre la relación Milena – Millenium, el propio Zepeda Patterson ha dicho que el estilo de Larsson fue su inspiración y le agregó “sensualidad, humor, calor latino”.
En ambas novelas fascina la presencia del hacker para combatir el delito globalizado. En la trilogía es la estafa; propio de un escandinavo. En La marca del meridiano, el tema es la trata de personas y la corrupción policial con  Cataluña como escenario.
Zepeda Patterson le da al tráfico de personas un ámbito más internacional: Croacia, Ucrania, España y México, donde los malvados no son los hombres que se esconden de la policía: “Los verdaderos amos del universo no son los jefes de Estado y ni siquiera los empresarios de la lista de Forbes: son los operadores de los grandes fondos de inversión y los brokers  que se mueven en la frontera elástica de la legalidad”. (Pág. 253).


La lectura atrapa porque está escrita en capítulos cortos, donde los protagonistas van contando sus historias, incluyendo a Milena y al proxeneta, quien con cinismo se refiere a su oficio: “...matar toda esperanza en el alma sin destruir el cuerpo es un proceso que exige disciplina y talento singulares”. (Pág. 448).
Zepeda Patterrson tiene 20 años en el periodismo y Milena es su segunda novela. Como periodista ha ejercido diferentes roles, incluyendo director de medios. Aunque afirma que Milena “es una novela de la condición humana”, no deja de ser la denuncia de un delito que afecta a miles de jóvenes, especialmente de países pobres o en conflictos bélicos, que son prostituidas.