El Silencio y el escorpión, crónica de un golpe de Estado. Brian Nelson, Editorial Alfa, Abril
2012, 341 páginas. Fue escrito inicialmente en inglés (The Silence and the Scorpion).
Es una investigación sobre lo ocurrido en Caracas los días 11, 12 y 13 de abril
de 2012, “el suceso más tumultuoso del gobierno de Chávez”, que tuvo como
consecuencia la salida del Presidente, su retorno y la breve estadía de Pedro
Carmona en el Palacio de Miraflores.
El
autor es una especie de moderador que va mostrando lo ocurrido “a través de los
ojos de los venezolanos comunes y corrientes que estuvieron allí”.
Basándose
en esos relatos y en investigaciones propias, Nelson saca sus conclusiones: Una
de ellas es que Chávez “estaba preparado para enfrentar un golpe pequeño” pero
no “para el vertiginoso caos que se desencadenó el 11 de abril: una anárquica
concatenación de eventos precipitados por la marcha, la violencia y el
disentimiento de sus tres generales de mayor jerarquía”.
Sobre
la presunta participación de Estados Unidos, Nelson precisa que “en el momento
de escribir este libro, no tengo ninguna evidencia concluyente de que los
Estados Unidos estuviesen directamente involucrados”. Se refiere a las
reuniones de oficiales estadounidenses con militares opositores, quienes “posiblemente
percibieron la atmósfera antichavista entre los oficiales norteamericanos, lo
que incrementó su confianza en que los EE.UU. no condenarían un cambio de
régimen… Una presunción que resultó en gran parte cierta”.
Las
evidencias reunidas por Nelson lo llevan a pensar que lo ocurrido el 11 de
abril fue “una situación confusa y
compleja, influida por docenas y docenas
de actores con intereses propios y agendas muy diversas” que finalizó
con “un golpe en medio de un alzamiento popular” donde “no existía un plan
premeditado”.
El
libro tiene un apéndice, que incluye la investigación del autor “sobre la
presencia de francotiradores en los alrededores de Miraflores el 11 de abril”.
Lo titula “El acertijo de los francotiradores”. Hay elementos para que el
lector saque sus propias conclusiones pero advierte que “cualquiera sea la
verdad, está claro que el gobierno ha mostrado poco interés en seguir la pista
de los responsables. Ningún guardia nacional ha sido llevado a juicio marcial
relacionado con la violencia, incluyendo aquellos que fueron captados por la
cámara de video disparándole a la marcha…”
El Silencio y
el escorpión es como un lente gran angular que permite ver muchas piezas dispersas de
ese rompecabeza que fue abril del 2002.