Luego del éxito editorial de La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo, el autor explora otras características que están condicionando nuestra economía y la forma de relacionarnos
Axel Capriles, sicólogo jungniano, está empeñado en ayudarnos a entender cómo somos los venezolanos. Primero descubrió que la picardía ha sido nuestra arma secreta frente a los poderosos que rugen como tigres (La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo, Editorial Tauros 2008). Ahora nos ofrece un espejo que nos muestra “los mitos que nos dominan y los estereotipos que nos confunden” (Las fantasías de Juan Bimba, Editorial Taurus, 267 págs)
--Este libro está en la misma búsqueda de comprensión de quiénes somos, cómo vivimos y cómo convivimos. Pero traté de tocar otros puntos. En La Picardía me refiero a dos arquetipos muy importantes en la vida del venezolano: el héroe y el pícaro. Dos caras de una misma moneda. Aquí busco otras miradas sobre el venezolano.
Para Axel Capriles, los mitos y los arquetipos que guían la conducta de los venezolanos son: El Dorado, El mestizaje y el mito de Kanaima, Juan Bimba, El arquetipo del alzao, La Gozadera y El mito de María Lionza.
--Kanaima era un tema que no había trabajado y me interesó por todo este resurgir de la venganza y del resentimiento en tiempos de la revolución bolivariana. Kanaima es una de las figuras de nuestra mitología más influyentes: la de los Caribes. Es un espíritu maligno de venganza de las razas vencidas. Estaba en nuestros orígenes y ahora reaparece en el discurso político, en el discurso público y en la Asamblea Nacional. Pareciera que ese espíritu está vivo y presente.
El espíritu de Juan Bimba anda suelto
El uso de la palabra “pueblo” es uno de los muchos estereotipos que nos confunden y Axel Capriles se sumerge en esas aguas turbias:
--En la historia de Venezuela ha habido cantidad de modelos de pueblo. Yo cito un concepto de Cecilio Acosta que sería totalmente opuesto a lo que hoy se considera pueblo. Él decía que pueblo es la persona que trabaja, que tiene propiedad, el profesional, el labrador y no los contestatarios y quienes protestan, que era la gente que seguía a Antonio Leocadio Guzmán. De manera que pueblo es una palabra vacía que construye cada ejercicio del poder, cada hegemonía política y el pueblo tiende a verse a través de ese cristal. Juan Bimba es una de esas imágenes.
Juan Bimba nace para la Constituyente de 1947 y era la representación que del pueblo hacía Acción Democrática, que se hacía llamar “el partido del pueblo”. Se mantuvo hasta la década de los 60 y era un campesino en alpargatas, pantalones arremangados, con sombrero de cogollo y los hombros algo caídos,
Para Capriles, el chavismo busca mantener vivo el espíritu de Juan Bimba, “con la concepción de pueblo como víctima, dependiente, como un ser que tiene que ser ayudado por un político paternal y un estado protector porque él solo no puede. Juan Bimba siempre pierde porque le va mal con el gobierno y con la oposición. Esa concepción del hombre explotado que nunca puede ser dueño de sí mismo no es realmente una figura exaltadora de empoderamiento. No creo que sea una imagen que de sensación de empoderamiento de un pueblo y de asunción de un nuevo tipo de ciudadanía y de acción ciudadana fuerte y eficaz.”
Los héroes no ordeñan
Para Axel Capriles los héroes de la independencia, comenzando por Bolívar, es el mito central de los venezolanos: “Lo único que todos tenemos en común es el concepto de Simón Bolívar y el mito del libertador y la revolución bolivariana ha exacerbado ese mito, lo cual tiene importantes consecuencias económicas. La alusión a Bolívar y a otros héroes de la independencia es una constante en los discursos del presidente Chávez. Ya tomó hasta el nombre de la República. Eso tiene consecuencias prácticas y cotidianas que la gente pasa por alto como si no fueran importantes. Pero implica una concepción de la economía, de la vida social, una concepción de las relaciones entre derechos y deberes ciudadanos que impactan como por debajo. Son cosas que están determinando muchísimos de los problemas que estamos viviendo los venezolanos”.
--¿Esos nos paraliza?
--¡Claro! La economía heroica es desastrosa. No conozco a héroe alguno que ordeñe o que siembre. Aquiles, el héroe arquetípico, se monta en un barco, se va a Troya y se roba los tesoros. La economía heroica es de saqueo. El héroe no concibe la creación, la producción. El héroe busca quién produce algo, quién tiene riquezas y las expropia. Esa concepción está viva en la Venezuela de hoy.
El Dorado existe
Ese es otro de los mitos explorado por Axel Capriles: “Tenemos la idea de que la riqueza está ahí, que le pertenece a la naturaleza y yo sólo tengo que tomarla y repartirla, no producirla. Si reparto bien o mal, con corrupción o sin ella es algo estrictamente moral, y las sociedades son muy complejas como para depender de buenas o malas voluntades”.
Luego de desmontar nuestros principales mitos y estereotipos, Axel Capriles finaliza con una conclusión: “Tenemos que ampliar nuestra imaginación y ver en perspectiva las metáforas y los mitos que nos dominan. Debemos desmontar las creencias y estereotipos que nos confunden y desencaminan. Es asunto de soltar el lastre del pasado –sin perder vínculos ni memoria-, de volver la mirada hacia adelante y de suscribir la responsabilidad compartida sobre nuestro destino colectivo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario