Una taxista fue la primera que me habló de "El Pinguino". Lo mencionó como si fuera natural que yo supiera a quién se refería: "Creo que El Pinguino no está muerto. Y si de verdad murió, su cuerpo no estaba en el cajón del velatorio".
Para tal afirmación, la taxista se basaba en que "nunca he visto un velatorio con el cajón cerrado, a menos que la persona haya quedado desfigurada y éste no es el caso". Y como si fuera poco, "el cajón era pequeño y no pesaba".
Lo primero, asegura que lo contactó personalmente porque fue "como parte del pueblo a despedirlo". Lo segundo se lo habría dicho un pasajero.
Esta leyenda urbana la escuché a varios voceros. Lo que no supieron explicar es con qué intención los Kirchner habrían fingido la desparición física del padre de familia. Y reitero lo de "desaparición física" porque en Argentina ya comenzó la campaña para las elecciones de este año. Hasta el momento, Cristina no ha dado el sí a quienes le proponen la reelección. Y ya en Buenos Aires hay afiches con la imagen de Néstor con leyendas que afirman "Néstor vive". "Néstor, seguimos con vos".
En los 17 días que estuve en Argentina, pocas veces leí periódicos y cuando lo hacía, los titulares me recordaban a Venezuela. Algunos ejemplos:
- Inflación: la Argentina quedó otra vez entre las peores del mundo. Con 24% en 2010 estará segunda detrás de Venezuela. Casi todo el grupo que acompaña a Venezuela y Argentina son países pobres o muy pobres. (Clarín, 19-12-10, pág. 24).
- En la última semana hubo 30 tomas de terrenos en todo el país. Después de la masiva toma del parque Indoamericano -donde murieron 3 personas-, se sucedieron las ocupaciones de terrenos en todo el país. (Clarín, idem, pág. 20).
- La mitad de los subsidios se distribuyen sin transparencia. (LaNación, 27-12-10, 1era. página).
A pesar de esas coincidencia y que además se habla de inseguridad, Buenos Aires es una ciudad con calidad de vida. Con transporte público a todo hora, cafetines al aire libre y librerías, como El Ateneo, que dan envidia porque cualquier interesado puede pasarse el día leyendo sin la obligación de comprar el libro.
Alguna explicación tendrá la familia Kirchner sobre el por qué el velatorio fue con el cajón cerrado. A falta de ella, el pueblo ya está montando una nueva leyenda a lo que parecen ser muy aficionados los argentinos. Por algo, en la entrada del Hotel Esplendor en la avenida Córdoba de Buenos Aires hay un gran cuadro de Evita Perón hecho con conchas de pan y en las llaves electrónicas está la imagen de Ernesto "Ché" Guevara. Quizás dentro de poco en Calafate, el glaciar Perito Moreno compita en popularidad con alguna calle o plaza con el nombre de Néstor Kirchner, "El Pinguino".
¡¡¿Con conchas de pan?!!!!
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