En 11 años han sido designados, por lo menos, 16 directores de prisiones. Tarek El Aissami es el ministro de Justicia que más ha durado. Le toca a Iris Varela intentar enderezar tanto entuerto. Misión imposible sin una política penitenciaria coherente
El nombramiento de Iris Varela como ministra para Asuntos Penitenciarios es el nuevo intento espasmódico de solucionar el problema carcelario. Atrás quedan anuncios y planes. Chávez sigue actuando como si estuviera llegando al gobierno.
Al principio de esta década lo que más sorprendía era el continúo nombramiento de ministros de justicia y de directores de prisiones. No tenían tiempo de calentar las sillas.
El primer ministro de Interior y Justicia fue Ignacio Arcaya, Luego Luis Alfonso Dávila. Siguió Luis Miquilena, quien el 7 de agosto de 2001 presentó a la Asamblea Nacional un proyecto de ley de emergencia penal, que tendría por objeto cubrir el tiempo que se ocupe de la sanción y promulgación de la reforma del Código Orgánico Procesal Penal, con una duración máxima de 90 días, que implicaría la reducción de los beneficios procesales e incremento de la pena.
Aseguró que contaban con “asesoramiento importante de Francia y España en materia de cárceles". "No hay mecanismos para evaluar la categoría de los presos, calificar el delito, aunque hacer cárceles no es hacer chorizos, porque debemos reconstruirlas para hacer celdas individuales, talleres, escuelas, granjas". Consideró relevante adelantar un plan de desarme nacional. Otra tarea pendiente.
Miquilena renunció y le siguieron Diosdado Cabello, Lucas Rincón, Jesse Chacón y Pedro Carreño Escobar, designado el 8 de enero de 2007. En sus primeras declaraciones, Carreño dijo que los 25 penales deben someterse a remodelación y anunció que un acuerdo existente con España permitirá diferenciar a los presos y clasificarlos en penados y procesados. Agregó que son proyectos que serán evaluados para aplicarlos a lo largo de cinco años.
Al ser consultado sobre su designación dijo que era un reto que asumía con el respaldo del recurso humano existente en ese despacho y del Presidente de la República.
Pedro Carreño Escobar no duró ni un año en el despacho. Fue sustituido por Ramón Rodríguez Chacín en diciembre de 2007, quien renunció en septiembre de 2008. Desde entonces, el responsable del despacho es Tarek El Aissami.
En los 11 años, han sido nombrados, por lo menos, 16 directores de prisiones.
¿Se soluciona esto con nuevo ministerio? Iris Varela podrá tener toda la buena voluntad, pero ¿podrá solucionar los problemas agravados por soluciones espasmódicas? Difícilmente.
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