Nació un 10 de mayo y
por eso fue escogido ese día para homenajear a los artistas plásticos. Su obra
será declarada Patrimonio Nacional
“El Loco de Macuto”
compartirá espacio con Carmelo Fernández, Martín Tovar y Tovar, Cristóbal
Rojas, y Arturo Michelena. Celebrarán su cumpleaños y hablarán de pintura.
¿Quién diría que aquel
hombre que pintaba con el torso desnudo y lanzando pinceladas con la mano izquierda
estaría algún día tan cerca de los restos de Simón Bolívar?
Y menos se podía pensar
que la fecha de nacimiento de ese “loco” sería recordada como el Día del
Artista Plástico.
A ese que llamaban “El
Loco de Macuto” es Armando Reverón; nació en Caracas el l 0 de mayo de 1889,
hace 126 años. Estudió en la Academia de Bellas Artes y gracias a una beca viajó
a España donde se familiarizó con el trabajo de Francisco Goya y Moreno
Carbonero.
De regreso a Venezuela
se va a vivir a La Guaira, cautivado por la luz del Litoral. En 1918 conoce a
Juanita Ríos, quien se convierte en su compañera, modelo y gran apoyo
emocional.
En el sector Las Quince
Letras construye una vivienda - taller con paredes de piedras. Era el llamado
castillete, muy visitado por quienes admiraban su pintura y por los curiosos – especialmente
niños- que se divertían con aquel hombre que pintaba acompañado de un pequeño
mono llamado Pancho y que a veces estaba vestido de torero, botones o
presentador de circo.
Reverón tenía sentido
del espectáculo y si estaba de buen humor conversaba con los visitantes e
invitaba a compartir con Marina y Luzmar, dos muñecas de trapo que, como
Juanita, también servían de modelo.
Alfredo Boulton,
fotógrafo y coleccionista de arte, era uno de los asiduos visitantes. Estudió
su obra, que no podía estar separada de la personalidad del artista: “…Reverón
tuvo la suerte, acaso, de haber sido un enfermo; nadie cuerdo ni sensato
hubiera podido alcanzar esa desbordante emoción, ni tanta exuberancia
desenfrenada, como se nota en su pintura”. La cita se encuentra en el libro “Los Incurables” de Federico Vegas
(Editorial Alfa, 2012, 423 páginas). Es un estudio apasionante con entrevistas a
muchos de los que formaron el círculo de Reverón, incluyendo a Héctor Artiles,
quien fue médico residente de la Clínica San Jorge, donde estuvo recluido Reverón
durante el último año de su vida.
Para Artiles, “Armando
Reverón no era ningún loquito de Macuto (…) El maestro sufría una esquizofrenia
de aparición tardía”.
Son muchas las miradas
sobre la obra y personalidad de Reverón.
Alí Primera le dedicó
una canción.
Diego Risquez una bella
película (2011) con las actuaciones de Luigi Sciamanna y Sheila Monterola,
fotografía César Jaworsky.
Al salón de los inmortales
La iniciativa fue del
presidente Nicolás Maduro con motivo de los 125 años del nacimiento del
artista. Se concretó con un acuerdo en la Asamblea Nacional el pasado 7 de
abril. El proyecto fue presentado por el diputado Oswaldo Vera, quien precisó
que toda la obra de Reverón será declarada Patrimonio Cultural de la Nación
para llevarla a su máxima expresión de difusión en el país y más allá de las
fronteras.
“Había una vez, un hombre maravilloso que vivía a la orilla del mar, que
vivía entre las olas y la luz”. (El Pumpá volador de Armando, Caupolicán
Ovalles, Rayuela. Taller de Ediciones. 1998)
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