Hace 14 años fue implosionado el retén de Catia, símbolo de hacinamiento y maltratos. Era un paso en la humanización de justicia. El conflicto en El Rodeo, que lleva una semana, nos indica que el camino es largo.
En la década de los 90, el hacinamiento carcelario en Venezuela era denuncia continúa de criminólogos. El presidente Rafael Caldera, cristiano practicante, pasó por la vergüenza de que el Papa Juan Pablo II, en su visita a Caracas el 9 de febrero de 1996, viera el retén de Catia. Y el Papa no se podía hacer el loco, porque los presos, a gritos, le pedían la bendición. Y Juan Pablo II no se hizo el loco: Reclamó para los presos “condiciones de vida más acordes con la dignidad humana” y “que se favorezca la reeducación y formación de los detenidos…”
Un año más tarde, el 15 de marzo de 1997, salían los últimos reclusos que albergaba el retén de Catia y técnicos de la C.A Venezolana de Industrias Militares, Cavim, colocaban cargas de dinamita para “demoler el símbolo del deficiente sistema penitenciario”. La implosión estaba programada para el día siguiente.
Mediante un aviso oficial se informaba que el domingo 16, con presencia del presidente Caldera, “será demolido el Retén de Catia, mediante una explosión controlada por expertos de Cavim lo que garantiza una total seguridad para todos los habitantes de las áreas adyacentes al antiguo penal”.
Esos habitantes de las áreas adyacentes estaban de fiesta y así lo expresaron en un comunicado firmado por 25 organizaciones vecinales. Recuerdan los vecinos de la parroquia Sucre que “por años” estuvieron “asociados nacional e internacionalmente a las terribles imágenes del Retén de Los flores de Catia, recinto donde se violaban continuamente los más elementales derechos de los reos, por hacinamiento, indolencia e intereses oscuros”.
Agradecen al presidente Caldera, al ministro de Justicia Henrique Meier Echeverría y al presidente del Centro Simón Bolívar, Jorge Casado Salicetti la gestión “que pone fin a muchos años de horror” y por “la recuperación de áreas para actividades multiculturales y recreativas”.
Pruuuuum. Llegó el día. “…en dos segundos, los niños, los adultos y ancianos habrán ganado un nuevo espacio para la esperanza y habrán conquistado para si un conocimiento importantísimo". Fueron las palabras del artista plástico, Jacobo Borges, poco antes de la implosión. Se suponía que con la salida del retén de Catia aumentaría el espacio del parque del Oeste. Fue una ilusión.
Anuncian que en Macarao sería construida una nueva cárcel y el ministro de justicia instó a la PTJ (hoy Cicpc) a liberar a los presos "menos peligrosos".
Mientras vaya viniendo, vamos viendo
En junio del 99 aprueban la reforma del Código Orgánico Procesal Penal, con lo que buscaban descongestionar las cárceles con medidas sustitutivas. Son liberados centenares de reclusos que esperaban sentencia pero quedan a la buena de Dios. Cero seguimiento. Cero apoyo institucional a personas que salían a una sociedad competitiva. Se percibe aumento de actos delictivos y de inmediato el dedo acusador se dirige a los beneficios del Copp.
Alfredo Peña, veterano periodista, hizo campaña para la Alcaldía de Libertador ofreciendo “plomo al hampa” y prometiendo que lucharía por la cadena perpetua. Ganó y hoy no sabemos qué es de su vida.
Como Presidente de la República recién electo, Hugo Chávez también se montó en la ola. Su palabra tenía la credibilidad de quien conoce el monstruo por dentro porque estuvo detenido en Yare:
• "Yo estaré al frente, sin duda, del tratamiento de uno de los más graves problemas humanos que tenemos en Venezuela".
Hugo Chávez al referirse a la situación carcelaria.
El Nacional, 03/10/99
• "En cuestión de horas” anunciaré "un abanico de acciones" para pacificar los centros carcelarios del país.
Hugo Chávez
El Nacional, 03/10/99
• "La situación penitenciaria mejorará a partir de hoy".
Raúl Salazar, Ministro de Defensa.
El Nacional, 03/10/99
• "El Despacho del Interior cuenta con más de 60 millardos de bolívares para mejorar la infraestructura carcelaria y construir nuevos centros de reclusión".
Luis Alfonso Dávila, Ministro de Relaciones Interiores y
Justicia.
El Nacional, 27/09/00
Los anuncio no paran los hechos de sangre en las cárceles:
• 18 de abril 2003: 12 muertos y 54 heridos en enfrentamiento en Yare 1
• 2 de abril 2003: 2 muertos y 20 heridos en enfrentamiento en El Rodeo
El 23 de noviembre 2004 el presidente Chávez, mediante decreto 3.265, declara emergencia penitenciaria y nombra una “comisión de alto nivel” para atender la misma. La comisión sería temporal y un representante del ministerio de Interior y Justicia la presidiría.
En sus consideraciones, el decreto subraya la obligación del Estado de velar por el respeto de los derechos fundamentales, la vida, la integridad física, psíquica y moral de todos los ciudadanos, en especial de aquellos que se encuentran en reclusión, por hallarse bajo su custodia.
También se reconoce “la situación generalizada y profunda de crisis” en el sector penitenciario, “como se expresó en los episodios violentos que precedieron la declaratoria, así como el mal funcionamiento de los servicios básicos y de los programas dirigidos a la rehabilitación”.
Desde que se decretó la emergencia hasta mayo de 2005 se realizaron 2.721 evaluaciones técnicas para el otorgamiento de medidas alternativas a la reclusión. Identificaron como principales problemas hacinamiento carcelario, resultado del retraso procesal y de la insuficiencia de la infraestructura existente; ‘la fragilidad del régimen carcelario, consecuencia de la inadecuada infraestructura, reglas y políticas obsoletas, servicios penitenciarios inapropiados y del retardo procesal.
Se reconoce “el valor de la declaratoria de emergencia y del nombramiento de una comisión de alto nivel, que reúne a distintos actores institucionales y es presidida por el mismo ministro del Interior y justicia. Se interpreta como un signo claro de la preocupación del gobierno por la situación penitenciaria, y un intento de conseguir soluciones concertadas por los distintos actores involucrados en la materia”.
• 1 de Enero de 2007: 16 muertos y 13 heridos durante riña en la Cárcel de Uribana.
La gota que derrama el vaso se produce 12 de junio 2011: ocurren hechos en el Rodeo I, en los que perdieron la vida 21 reclusos y un visitante. Cinco días después, el viernes 17 de junio, se realizó una requisa con miles de efectivos de la Guardia Nacional. Ha pasado una semana y aún no se tiene un balance de lo ocurrido y continúa la tensión.
Hace 14 años, el entonces ministro de Justicia, Henrique Maier, vaticinó:
"…con la clausura del Reten de la ignominia apenas se ha cerrado uno de los capítulos más atroces del penitenciario venezolano. De nada o muy poco valdrá el esfuerzo y la voluntad que hemos puesto para conquistar ese caro anhelo de los vecinos de la Parroquia Sucre, en particular la populosa Catia (...) si no logramos romper el círculo vicioso de la injusticia, origen de la violencia en todas las sociedades y épocas de la historia de la humanidad" (Reten de la ignominia, Últimas Noticias, pág. 46, 16/3/97)
El Estado continúa sin política penitenciaria coherente. En este aspecto, como muchos, la ideología imperante es la de Eudomar Santos: mientras vaya viniendo, vamos viendo.
Muy bueno el articulo, agradezco su investigacion... Sin embargo me gustaria mensionar que en la conclusion vale la pena hacer un comentario con caracter estadistico a fin de validar el fracaso de 13 años de atrazo.
ResponderEliminarGuillermo
Hola disculpa estoy haciendo un documental sobre la explosión de la cárcel de Catia y nos gustaría entrevistarte esta semana. Somos estudiantes de comunicacion social.
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