viernes, 6 de agosto de 2010

Chávez y la receta del Caldas



Hace 23 años sonaron tambores de guerra entre Venezuela y Colombia. El 9 de agosto de 1987 el presidente Jaime Lusinchi le dio 24 horas a su homólogo, Virgilio Barco, para que retirara una corbeta que había ingresado a aguas venezolanas.
Al principio, el ministro de Defensa de Venezuela, general Eliodoro Guerrero Gómez, le restó importancia al hecho. Por lo menos públicamente. Aseguró que “no hubo ni siquiera un gesto de inamistad”.
Para ese momento Venezuela estaba en campaña electoral. En Acción Democrática temían una división porque Carlos Andrés Pérez pretendía – y lo logró- la nominación como candidato presidencial, pero el control del partido lo tenía Jaime Lusinchi, quien tenía su propio candidato.
En Copei, Rafael Caldera también aspiraba el segundo mandato y le cortó las garra al “tigre” Eduardo Fernández. Teodoro Petkoff era el candidato del Movimiento al Socialismo, MAS.
Luego de tres días, hay información oficial sobre el incidente. El 14 de agosto Últimas Noticias titula en primera que el embajador de Venezuela en Colombia entregó una nota de protesta al presidente Barco “por presencia del ‘Caldas’ en el Golfo”.
En la edición del día siguiente el titular de Últimas Noticias aumenta de tamaño: “Tensas las relaciones con Colombia por provocación en nuestro Golfo”. Tal título está acompañado de afirmaciones de algunos voceros oficiales. Simón Alberto Consalvi, canciller venezolano: “Sería optimista pensar que el incidente naval no afectaría la relaciones colombo-venezolanas” y según el presidente Barco, “el incidente naval ocurrió en zona no delimitada”..
Medios de comunicación de ambos países reportan movilización militar en los dos lados de la frontera.
El 17 de agosto el presidente Lusinchi pide “unidad nacional frente a crisis con Colombia”. Se reúne con el Alto Mando Militar y conversa con los expresidentes Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez y Luis Herrera Campins. Los secretarios generales de los partidos también fueron informados.
El 18 de agosto, 9 días después del primer retumbe de tambor, Luisnchi se dirige a la nación y ofrece a Colombia “diálogo abierto sin presiones ni plazo fijo y con agenda global”. Finalizó afirmando: “Este es un problema nacional y con ese criterio y por razón de estado así lo manejaremos”. Prometió “ser a todo evento intérprete fiel de la voluntad nacional”. Para ese momento, ya se había retirado la nave incursora colombiana que permanecía en territorio marítimo venezolano.

Más allá de los periódicos

La periodista Soledad Morillo Belloso, escribió sobre el gobierno de Jaime Lusinchi en el segundo tomo de “Tierra Nuestra” publicado por la Fundación Venezolana Positiva, Caracas 2009. Le dedica una página al incidente del Caldas, calificándolo de “la mayor de las crisis”. Afirma que “el 17 de agosto de 1987 la crisis llegó a punto de ebullición” porque el presidente Lusinchi habría estado a punto de ordenar “el hundimiento de la corbeta ARC Independiente que había llegado a la zona para relevar a la ARC Caldas. Pero la corbeta colombiana también estaba preparada para hundir varias unidades venezolanas…”
Según Morillo Belloso, en la solución de este conflicto intervino “la diplomacia internacional”. Asegura que “el secretario de la OEA de la época, el brasilero Joao Clemente Baena Soares, y Raúl Alfonsín, presidente de Argentina, pidieron y convencieron al presidente Barco que retirara su corbeta de la zona en conflicto”.
Según la autora, “a Lusinchi el drama le vino como anillo al dedo" y asegura que "nada tan efectivo y conveniente para un Presidente en aprietos que un conflicto internacional que despierte el nacionalismo”.



¿Estará Chávez aplicando la misma receta para las próximas elecciones?

2 comentarios:

  1. Sin embargo en aquel entonces lusinchi logró unificar al pueblo y las antiguas FAN, en torno a la agresión, además en aquel entonces podíamos intimidar con nuestros equipos y por sobre todo con nuestra moral, hoy por hoy pareciera cuesta arriba lograr esto último, Fui protagonista de esa crisis como un eslabón más de la cadena operativa, y hoy a la luz de los años, de la experiencia y del desmán al cual estamos sometidos por nuestro gobierno, una crisis parecia nos llevaría a perder hasta Los teques con los vecinos.

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  2. Algo que dejó lo de la incursión de la fragata colombiana, fueron los grandes contratos militares que hizo la administración Lusinchi. A raíz de ese incidente, se decidió "modernizar" o "pulir" entre otras fuerzas a la Marina. Esos contratos trajeron cola y tuvieron algo qué ver en el clima espeso que se fue creando años después, y que fue utilizado por algunos como excusa para insurgir.

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