Anunciaba además -y así lo hizo- que esa tarde, luego de la firma de la mencionada Ley, iría caminando de Miraflores al Panteón Nacional para colocar una ofrenda floral en el sarcófago de Simón Bolívar. Aún estaba fresco el slogan de su campaña electoral: "Ese hombre sí camina, va de frente y da la cara".
El Partido Comunista de Venezuela defendía la Ley "a pesar de las reservas anunciadas tanto en el Parlamento como en los diversos medios de comunicación, porque así como está, incluso, suscita sabotajes y presiones por parte de las transnacionales". Recomendaba "la diversificación y relaciones con otros Estados, en primer término con los países socialistas que son verdaderos cooperadores con las naciones que sacuden el yugo de la explotación extranjera".
El presidente de Fedecámaras, Antonio Díaz Martínez, hacía un llamado a evitar el pesimismo de quienes consideraban que Venezuela no estaba en capacitada para conducir el negocio petrolero, "que por su magnitud se nos transforma en el más importante reto que encaran los venezolanos".
El domingo 24 de agosto, Últimas Noticias publica un remitido de dos páginas con firmas de más de 300 venezolanos "preocupados profundamente por los destinos del país", llamando "la atención del Estado para que la industria que pasará a su control, eluda dos riesgos: el de la burocratización y el de que por el volumen impredecible de manejo de capitales por las empresas estatizadas, se produzca en ellas un proceso de falta de ética administrativa".
Acción Democrática también publicó un comunicado de respaldo y considera que la nueva Ley tiene tanta importancia histórica como la firma del Acta de la Independencia: "Ambos documentos fundamentales para la Patria -el de acceso a la autonomía política de 1811 y el de afirmación de nuestra liberación económica de 1975- están vinculados por un perceptible sentido venezolanista. Ambos significan etapas del mismo y continuo proceso, a lo largo de más de ciento cincuenta años, para asegurar la soberanía nacional".
La Confederación de Trabajadores de Venezuela, CTV, no se quedó atrás y también publicó su comunicado a página completa: "Cincuenta años de explotación han cesado. Venezuela asume hoy el control de su industria con la enorme responsabilidad administrativa en beneficio del pueblo". Termina haciendo "un llamado a la unidad de los venezolanos para encarar con optimismo y con fe el seguro éxito que el Estado va a tener para encarar con optimismo y con fe el seguro éxito que el Estado va a tener en el histórico camino de emancipación económica que con base segura comenzaremos a transitar hoy".
Enunciados de la Ley
El Salón Elíptico del Capitolio Federal fue el escenario del ejecútes a la Ley que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos. En su discurso, Pérez destacó:
- Hemos asumido la decisión sin sujetarnos a dogmas políticos ni a intereses estratégicos de potencias continentales o extracontinentales.
- La primera victoria ha de ser la del optimismo sobre el pesimismo.
- Las decisiones que hemos asumido comprometen por muchos años el esfuerzo nacional.
- hemos renunciado a vivir de la fácil riqueza a que nos había acostumbrado el facilismo petrolero. El éxito o el fracaso no lo serán de un Gobierno sino de la Nación misma.
Presos del petróleo
Han pasado 35 años de la nacionalización petrolera y Venezuela continúa amarrada al petróleo: el ingreso proveniente de las rentas del hidrocarburo representa más de 90% y 50% del ingreso fiscal. En el 75 se afirmó que la industria no dependería de los vaivenes políticos, hoy es netamente política "roja, rojita" y su objetivo ya no es sólo producir y comercializar petróleo. Ahora mal comercializa alimentos y se involucra en programas sociales del Estado.
En un artículo publicado en El Mundo, Economía y Negocios (26-08-10, pág. 3) el profesor Luis Pedro España recuerda que "ayer como hoy cualquier intento de relanzar al país pasa por reasignar el papel del pretróelo en la economía nacional". Hace un análisis de lo que ha sido la industria petrolera y considera que "por el bien de todos la creación de una nueva relación de Venezuela con su petróleo debería entrar de urgencia en la agenda nacional".
Rondón: a propósito del aniversario de la nacionalización y el estado -rojito- de la Pdvsa actual, vale la pena detenerse un poco a pensar en lo que sostiene Germán Carrera Damas sobre el asunto. Èl asegura que las grandes obras son las que tienen dimensión histórica, las que se miden a largo plazo y no a punta de números o de coyunturas (bueno, no lo dijo así tan textual); piensa que a la larga lo que vale y lo que queda en el tiempo es qué fue lo que se pudo -pudimos, en este caso- llegar a construir, qué se fue capaz de realizar. Y eso, en el ánimo como nación vale mucho porque implicaría (y aquí es especulación mía) lo que se podría hacer otra vez. Porque retardatarios y mala conducta siempre han habido... No sé, de repente, es que me puse nostálgica y busco luces en medio del hueco negro -¿o rojo?-. Mirtha.-
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